#Offtopic Relato de Ficción: "Join Minds" - Mentes Unidas - SINAPSIA

#Offtopic Relato de Ficción: "Join Minds" - Mentes Unidas - SINAPSIA

Portrait de angel

Esta tarde publicamos un post Offtopic de uno de nuestros creativos. Dando rienda suelta a su creatividad, compartimos su relato de ficción que nos ha fascinado. Esperamos os guste!

 

Join minds – Mentes unidas - SINAPSIA.

Sinapsia

 

Arturo, trabajaba en una empresa de IA en la que investigaban acerca de la emulación del cerebro. Cuando Arturo estudiaba la carrera de ingeniería informática, sus profesores de Inteligencia Artificial le decían que un ordenador nunca podría sentir, y que la inteligencia artificial nunca podría ser como la humana, no podría tener sentimientos ni creatividad. Una máquina nunca podría “sentir”.

 

Arturo, durante la carrera universitaria, eso medio se lo creyó, pero después en sus elucubraciones, en los años posteriores, y cuando se interesó a nivel personal por la neurociencia, pensó que realmente el cerebro humano no era más que una compleja máquina, pero en lugar de creada con silicio, cimentada en base al carbono. Con millones de años de evolución, pero una sofisticada máquina. Las emociones eran química y hormonas, endorfinas, dopamina, serotonina. Y realmente la felicidad, el amor, la tristeza, la depresión, todas tenían una fundamentación hormonal o somática. Reglas y mecanismos aún no entendidos, pero que en cuestión de décadas serían descifrados.

 

Lo único que era necesario para emular la inteligencia humana, era saber exactamente cómo funcionaba. Una vez se supiera, era cuestión de tiempo emularla en un software, si bien basado en la Ley de Moore (la capacidad de los ordenadores se duplica cada 18 meses), hasta 2019 se vaticinaba que no existiría una computadora con la capacidad suficiente para manejar en tiempo real los 100.000 millones de variables que maneja un cerebro, sus neuronas.

 

Arturo se dedicó a crear varias empresas que le resultaron medianamente rentables, pero su ilusión era poder generar el suficiente dinero como para dedicarse y emplearlo en algo trascendental, como la IA o la mejora de las capacidades intelectuales del hombre. Así, tras más de una década generando valor con sus empresas, finalmente emprendió uno de sus proyectos más ambiciosos en lo profesional. Se dedicó a investigar la neurociencia y su aplicación a la cibernética. Creó así la empresa Sinapsia, que más que una empresa, era un sumidero de recursos, concebida sin el objetivo de una rentabilidad económica, sino de un desarrollo e investigación personal.

 

Sinapsia a través de su web www.SinapsiaCapital.com promulgaba sus objetivos y propósitos. Así, generó un foro con ideas transhumanistas y estableció un networking (contactos en las redes sociales profesionales). Fue generando una base de conocimiento fruto de sus relaciones con universidades de varias nacionalidades.

 

Arturo, contrató a neurólogos recién titulados a través de becas de investigación mediante convenios con algunas universidades, y a algunos ingenieros en informática. Durante los dos primeros años sólo se documentaron, y elucubraron posibilidades para cuando se fuesen descifrando los enigmas del cerebro humano. Los 3 siguientes años fueron apasionantes, según se realizaron algunos descubrimientos, tanto por el equipo de investigadores de Sinapsia, altamente motivados, como por científicos del resto del mundo.

 

En la primavera de 2015, Sinapsia contaba con un equipo multidisciplinar de 15 personas. Y llegó por fin a descubrir la piedra angular de su investigación. El sistema de codificación de la información en el cerebro. Cómo la información que entra por los 5 sentidos es codificada en impulsos nerviosos, manejada por las neuronas y finalmente almacenada en el hipocampo (memoria reciente) y en el córtex (memoria a largo plazo, ubicada en la corteza del cerebro).

 

Este descubrimiento era una revolución que actuaría de catalizador en las investigaciones y descubrimientos de los años venideros. Comenzaron a descifrar los enigmas sobre la memoria, los tipos de memoria, los procedimientos de olvido de recuerdos, de búsqueda de información, el repaso para afianzar la información, etc.

 

El siguiente paso que dieron fue la lectura de información en nuestro cerebro mediante equipos electrónicos que escaneaban el cortex y decodificaban la información. De este modo, fue posible el primer experimento. Una persona leyó la frase “algunos descubrimientos pueden cambiar el mundo”.  Esta frase fue decodificada por un dispositivo que habían creado, el “mindreader”, y grabada mediante un proceso inverso, en el cerebro de otra persona que no había tenido acceso a la frase en cuestión. Al preguntar a esta persona por la frase que se le había implantado en su memoria, ésta dijo con una seguridad rotunda, “el mundo ha comenzado a cambiar”.

 

Tras el brindis y júbilo que creó este suceso en el equipo de Sinapsia, sucedieron varios meses de experimentos. El propio equipo comenzó a transmitir sus investigaciones en sus disciplinas al resto de compañeros con el dispositivo mindreader, con lo que el enriquecimiento del equipo fue notable. Los progresos e investigaciones en lugar de comunicarse en papel y largas sesiones de lectura de informes, se codificaron en un lenguaje que crearon y llamaron “Neurom” y eran transmitidos en una ínfima porción de tiempo. El ritmo de investigación gracias a esta eficiente forma de comunicación se incrementó sobremanera.

 

El siguiente gran paso que se dio, fue la creación de una enciclopedia mundial en el lenguaje Neurom, en un ambicioso proyecto en el que entró como colaborador Wikipedia. Se llamó WikiNeurom. Consistía en la recopilación de información sobre las diferentes disciplinas, ciencias, humanidades y arte, de modo que cualquier persona pudiese descargar estas disciplinas y cargarlas en su cerebro. Wikipedia en esta época ya recogía la mayor parte de esta información en formato digital y accesible gratuitamente en Internet, por lo que mediante sistemas informáticos se codificó esa información en lenguaje Neurom. Así, este descubrimiento científico no estaría monopolizado por empresas, sino que sería compartido con toda la humanidad de modo altruista, contribuyendo y acelerando el progreso.

 

Un hecho importante es que el lenguaje Neurom era independiente de los idiomas de los humanos, por lo que el hecho de subir a la red las disciplinas, suponía que rápidamente países subdesarrollados y cualquier rincón del mundo (en esta época era extraño que alguien no tuviese conexión a la red en cualquier lugar del planeta) alcanzaban el nivel cultural y de desarrollo intelectual/científico de los países del 1er mundo.

 

El proyecto no estuvo exento de polémica. Algunas religiones se opusieron a él. Suponía una amenaza, pues en pocos años las personas con menor nivel intelectual y conocimiento podrían tener acceso a un volumen de información que les abriría la mente, lo cual afectaría negativamente al número de adeptos a las religiones. Se había vaticinado un decremento de sus feligreses en una década superior al 50%.

 

Algunas universidades y centros de enseñanza vaticinaron el caos y el desempleo del profesorado.

 

Sinapsia postulaba por una reconducción del sistema educativo, que consideraba anacrónico. Y un incremento en la productividad del tejido empresarial, así como de las humanidades, ciencias y conocimiento en general. Catalizaría también el desarrollo del tercer mundo y eliminaría el analfabetismo a nivel mundial.

 

A la pregunta que se hacía la humanidad ante estos descubrimientos, sobre los límites de la memoria, Sinapsia había encontrado respuesta. El límite de información que podía albergar el cerebro era relativo, cuanta mayor era la información, más tiempo llevaba recordar los sucesos o datos que habían sido grabados con anterioridad  y no habían sido refrescados. La última información era la más accesible y la más antigua no refrescada, la menos accesible.

 

Arturo fue precursor experimentando en su propio cerebro los avances de Sinapsia. Se descargó de wikineurom las disciplinas que más le motivaban, pero debía ponderar qué recuerdos estarían en los niveles de acceso rápido, así optó por las siguientes disciplinas, las cuales también conformaban en parte su pensamiento:

  • Música.
  • Psicología.
  • Económicas.
  • Física cuántica.
  • Astronomía.
  • Literatura.
  • Idiomas: inglés, francés, alemán, italiano, chino, ruso.
  • Medicina con especialización en neurociencia.
  • Informática con especialización en I.A.

 

Quería incorporar más disciplinas, y si por él fuese, todo el conocimiento de la humanidad. Pero el cerebro tenía límites.

 

Con este conocimiento que incorporó en tan sólo un mes, Arturo se sentía la persona que mejor había aprovechado el tiempo, en cuanto a estudio y aprendizaje se refiere.

 

Se ilusionaba con poder instruir a todo aquél que quisiera, a coste cero y de un modo rápido y en absoluto tedioso como él había experimentado durante años de formación reglada.

 

Aún así, Arturo quería incorporar Matemáticas, Derecho, Física, Biología, Veterinaria, Química, Ingeniería industrial y otros idiomas. Su curiosidad no tenía límite y cada cosa de la que tenía constancia quería comprenderla.

 

Sinapsia, comenzó entonces el siguiente reto. A través del proyecto wikineurom y la mayor empresa de telecomunicaciones, comenzó la creación de una red de satélites que daría acceso a wikineurom desde cualquier lugar del planeta. A esta red, como la de GPS, se podía conectar gratuitamente cualquier persona que quisiese descargar directamente a su cerebro cualquier disciplina o información de la base de conocimiento wikineurom. Se desarrolló un dispositivo mediante nanotecnología que se implantaba tras la oreja, debajo de la piel. Este dispositivo que por economías de escala y el carácter altruista del proyecto tenía un coste equiparable al de un café, posibilitaba la conexión a wikineurom desde cualquier lugar.

 

De este modo, Arturo y cualquier persona del planeta, ahora ya sí podían disponer de una base de conocimiento mundial y compartida, en la que al igual que en los orígenes de Wikipedia, cualquier persona también podía incluir información. De este modo el dispositivo era receptor y también emisor.

 

Cualquier persona podía acceder a cualquiera de las disciplinas, bien podía acceder directamente a su memoria, o a la memoria compartida. El acceso a esta segunda memoria era más lento, por lo que requería un mayor intervalo de tiempo.

 

Por supuesto, los mapas y guías de teléfonos en papel fueron los primeros en desaparecer, seguidos de prensa escrita y libros en papel. Internet sufrió un cambio tecnológico radical, desarrollando protocolos de envío y transmisión de información basados en la tecnología de WikiNeuron.

 

En una década, el planeta había experimentado el mayor proceso evolutivo en todas sus ciencias y disciplinas jamás conocido. El salto en los avances había sido el equivalente a un siglo, con el efecto catalizador de que todo el planeta tenía el conocimiento de los más brillantes científicos. Las personas con capacidades que previamente no llegaban a explotarlas, por fallos del sistema educativo o por imposibilidades económicas o temporales, ahora no tenían ese problema, y el 100% llegaba a realizar aportaciones a la humanidad. Prácticamente cualquier persona hacía aportaciones a la memoria compartida. Todas las ciencias alcanzaron un nivel de especialización sin precedentes.

 

Las personas ahora tenían toda la información multidisciplinar existente y se dedicaban a aquello que les realizaba como personas, o con lo que se sentían más felices: la música, la pintura, la filosofía, las ciencias, etc.

 

La economía y los negocios experimentaron una evolución insólita en todos los países. La productividad se había multiplicado por varios factores.

 

El C.I. (Coeficiente Intelectual) de toda la humanidad se incrementó en una media de un 30%.

 

Muchas personas tenían como hobby la investigación en las disciplinas que tenían mayor margen de crecimiento, la ingeniería espacial y la astronomía eran unas de las preferidas. Los proyectos de colonización de otros planetas comenzaron a tomar forma, pues el desarrollo científico permitía vislumbrar posibilidades antes muy lejanas.

 

El mundo había cambiado tal y como predijo la frase del experimento de Sinapsia. Se había dado un paso gigantesco hacia la singularidad...

Autor: Ángel Osuna Luque.

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