Novela de ficción - Trascendental, el Lego de la realidad. Capítulo 3: Nano impresión 3D
ÍNDICE
Capítulo 1: El test de la Manzana.
Capítulo 2: Los límites de la imaginación.
Capítulo 3: Nano impresión 3D.
Capítulo 4: El puzzle de la materia.
Capítulo 5: La nueva moneda.
Capítulo 6: Nano clonación de órganos.
Capítulo 7: Ética y nanotecnología.
CAPITULO 3: Nano impresión 3D
A las 21 horas Atanasio esperaba puntualmente en el restaurante la llegada de su equipo. Vestía un traje negro italiano y camisa blanca con corbata, gemelos y cinturón a juego. Estos tres complementos de color verde manzana.
La primera en llegar fue Susana. Llevaba un vestido largo, rojo oscuro, ceñido a la cintura y unos zapatos de tacón de color marfil. El pelo, recogido en un moño, permitía lucir unos pendientes y gargantilla a juego, con formas angulosas e igualmente en color marfil.
Se dirigió hacia Atanasio esperando una mirada de aceptación a su impecable look. Atanasio arqueando sus cejas, sonrió sorprendido. Aquel ratoncito de laboratorio se veía ahora como una espectacular mujer.
-La más puntual de todas -dijo Atanasio mientras le daba dos besos y añadía-, estás guapísima, vas a tener distraídos a tus compis esta noche.
Susana respondió igualmente a su saludo y le dijo. -Tú también estás muy guapo, jefe. A ver cuándo nos presentas a una novia, que no nos creemos que un soltero de oro como tú esté solo”.
-Gracias por el piropo Susana -contestó Atanasio con simpatía pero a la vez con un ademán algo seco para poner distancia a su privacidad no dando pie a introspecciones por ese camino. Era muy discreto respecto a su intimidad y se mostraba distante ante ese tipo de comentarios.
-Vaya -interrumpió Fernando-, veo que no me he quedado corto al ponerme un traje. ¿Esta es la misma Susana de esta mañana? Estás fastuosa. Esta belleza y elegancia merece ser inmortalizada. ¿Jefe te importa sacarnos una foto?
-Encantado de retratar a dos de mis colaboradores en una noche especial.
Juntos se aproximaban Luis y Julio. Susana al verlos dijo. -Hoy estáis todos que rompéis, vaya compis guapos y elegantes.
Luis contestó. -No todos los días celebro que vamos a cambiar el mundo, además tú sí que vienes espectacular.
Luis vestía un traje azul marino con corbata roja lisa, sobre camisa azul clara con rayas blancas. La chaqueta le quedaba perfecta de hombros y cintura, y el resto parecía hecho a medida de su tallado cuerpo de gimnasio.
-Podéis sacar fotos -dijo Julio-. Es la primera vez que uso americana en una cena, y sólo porque Susana insistió en la etiqueta.
-Gracias guapetón -añadió Susana guiñándole un ojo al finalizar-, estás estupendo. Ya verás como esta noche ligas.
Se escuchó el típico silbido al piropear. Todos giraron sus miradas tras el sonido que había emitido Fernando, y ahí aparecía como una diosa María, adelantando cada pie sobre el otro en la misma línea con un sensual juego de caderas. Llamaba la atención su peinado, una trenza alta que le llegaba hasta media espalda. El maquillaje resaltaba sus ojos. Su vestido de gasa negro, con generoso escote, dejaba los hombros al aire. Un cinturón ancho le ajustaba el vestido a la cintura. Como complemento llevaba unos guantes negros que le cubrían los codos. Botas negras con tacón de aguja hasta las rodillas. En el cuello lucía un discreto colgante de color amarillo oscuro que le aportaba cierta elegancia a juego con pendientes de aro del mismo color. Continuaba hasta los pies el vestido negro con una larga apertura al lateral. La pierna que al andar quedaba descubierta dejaba ver una brillante media de color hueso con un pequeño liguero, que curiosamente era una fina línea de cuero marrón de la que prendía un pequeño colgante con varios anillos similares a los de compromiso.
Julio fue el primero en darle dos besos y añadir en tono socarrón. -Te has dejado la fusta atrás.
María replicó que no apostaría por eso con un guiño sin sonrisa.
Susana le dijo. -No les hagas caso, estás imponente a la vez que elegante.
Fernando la besó bromeando. -Me recuerdas a la madre de la familia monster, pero mucho más guapa.
Luis la besó también tras decirle. -Enhorabuena, no dejas de sorprenderme.
Julio añadió. -Lluego nos explicas esos anillos colgando de tu muslo qué significan.
María replicó manejando las pausas con precisión. -No quieras saber tanto Julio. Hay misterios femeninos que no deben desvelarse salvo con las personas adecuadas-. Al terminar la frase giró la vista hacia Atanasio.
Atanasio en ese instante fue el último en besarla y después añadió. -Estaba claro que el mundo no lo iba a cambiar gente corriente. Así me gusta, verte pisando fuerte y con madera de líder. Ahora vamos todos adentro, tenemos mesa reservada y espero que disfrutemos la cena.
María esperaba alguna atención extra de Atanasio. Quería llamar su atención. Estaba acostumbrada a cautivar a todos los hombres, y Atanasio parecía inmune a sus encantos.
-Sr. le hemos reservado la sala privada con vistas a la montaña, espero que disfruten de la velada.
-Gracias Sebastián, -contestó Atanasio.
Pasaron a una habitación que tenía las paredes de cristal, lo que permitía comprobar que el restaurante estaba al borde de un precipicio. Al otro lado se veía toda la ciudad. Esta habitación salía de la pared y dejaba un tercio de la estancia al aire libre sobre un grueso suelo de metacrilato. Estaban literalmente cenando en un cubo transparente que sobresalía de un edificio y a cuyos laterales se veía roca.
Atanasio presidió la mesa. María se sentó frente a él al otro extremo de la mesa, dominando el espacio respecto a sus compañeros.
Fernando, caballeroso, retiró una silla de la mesa y se la ofreció a Susana. -¿Gustáis de sentaros a mi lado bella dama?.
-Por supuesto, príncipe apuesto. -contestó Susana con una halagadora sonrisa.
Comenzó una amena cena con un equipo exultante por el éxito conseguido y las expectativas venideras.
Durante la cena Luis intervino realizando una aportación al proyecto. -¿Compis conocéis las impresoras 3D?
Fernando contestó. -Sí,“imprimen” objetos en 3D a través de un polímero plástico, que se calienta y al derretirse va superponiendo finas capas de este sobre una matriz o plantilla. Es un proceso en el que un objeto se construye a partir de su información (software), pero normalmente utilizando un mismo polímero, que puede cambiar de color. No se construye a nivel de átomos sino con partículas de este polímero caliente, de un tamaño mucho mayor, como pequeñas gotitas.
-Exacto -replicó Luis-. La cuestión que os quiero plantear es la siguiente. ¿Y si en lugar de fabricar objetos complejos que implican a muchos elementos de la tabla periódica, como la manzana, comenzamos por un objeto que solo utilice un elemento de tabla periódica?. Simplificaríamos el proceso al utilizar un único “ingrediente”, es decir un solo tipo de átomos. Las impresoras 3D funcionan más o menos así, de momento son sencillas y crean objetos de un solo material, aunque no a nivel de átomos.
María intervino. -¿y qué utilidad tienen los objetos creados con las impresoras 3D?
Luis le respondió. -En sus inicios principalmente para crear objetos de decoración. Pero cada día van ampliando su utilidad.
Susana añadió. -Hay algunos chefs que las están utilizando para crear comida de autor. Ellos diseñan el objeto con material que es comestible, y los comensales se comen literalmente sus obras de arte. Es un tipo de cocina creativa, y en postres hacen cosas realmente originales.
Atanasio tomó parte en la conversación. -Me gusta el planteamiento que has propuesto Luis. De hecho tengo un buen amigo, Félix, cliente de Prodigia, la primera empresa que creé; que utiliza una impresora 3D para crear las plantillas con las que fabrica mosaicos artesanos; esas losas de las casas antiguas que se realizaban a mano una a una. Antes un herrero le fabricaba las plantillas, y ahora las crea de plástico con una impresora 3D. Esta tecnología, si bien comenzó con artículos de decoración, poco a poco va introduciéndose en nuevas aplicaciones.
Fernando entró en la conversación. -De hecho, en el sector de la construcción incluso se ha creado una tosca impresora 3D para fabricar una casa.
-¿Luis has pensado en qué elemento de la tabla periódica sería óptimo para comenzar? -Preguntó Atanasio.
-Creo que el Carbono sería el candidato. Es un elemento que se encuentra en abundancia por lo que es fácil de conseguir y económico. Tienen un número atómico bajo, 6, es decir, cuenta con sólo 6 protones. Es el más utilizado e investigado en nanotecnología, a través del grafeno. Y si algún día conseguimos dominarlo podemos fabricar diamantes, que están formados 100 % por carbono. El diamante tiene una dureza extraordinaria y es muy valioso tanto por sus propiedades como material, como por su belleza en joyería. Nos permitiría una importante fuente de financiación.
-Veo que lo tienes bien meditado, me parece perfecto Luis -contestó Atanasio.
Susana exclamó excitada. -¡Me pido el primer diamante!.
María intervino de nuevo. -Pero jefe, entonces el mundo de las impresoras 3D, que es incipiente, va a quedar obsoleto canibalizado por otra tecnología que la mejorará, nuestra nanotecnología. Muchas empresas habrán realizado grandes inversiones en el desarrollo de impresoras 3D.
Julio añadió. -Esta tecnología tenía por delante mucho recorrido, sin embargo su vida se verá truncada incluso antes de su despegue. Este canibalismo de tecnologías y trepidante salto e incremento de la ciencia es preludio de la singularidad que está por llegar.
-Por cierto Julio ¿qué es eso de la singularidad que has comentado? -preguntó María.
Fernando le respondió. -Se produce a medida que los avances en tecnología van sucediéndose a un ritmo cada vez más rápido, y llega un punto en el que es imposible predecir qué sucederá en un año, en un mes, incluso en un día. La ciencia avanza en exponencial y nuestro cerebro está acostumbrado a pensar en lineal. Eso hace que en determinado momento, que sucederá en este siglo, los cambios tecnológicos serán tan trepidantes que no se podrá prever a corto plazo cómo impactarán en nuestras vidas.
-Muy bien explicado Fernando -intervino Atanasio-. La nanotecnología, la inteligencia artificial, la ingeniería genética y la robótica son los cuatro pilares que empujan el advenimiento de la singularidad según mi modesta opinión. Y de todas ellas, la inteligencia artificial será el principal catalizador. Además, esto que puede parecer lejano, ya ha comenzado y en unas décadas será una realidad.
Luis añadió lo siguiente. -Creo que nosotros vamos a poner un granito de arena importante hacia la singularidad. Es fascinante trabajar en este proyecto y con un equipo como vosotros tengo la impresión de que vamos a cambiar el mundo. Y hablando de singularidad, hay tantas aplicaciones de lo que estamos elucubrando, que no alcanzo a vislumbrar todas las posibilidades que nos facilitará. Propongo un brindis para terminar esta entrañable cena.
Atanasio agradeció las palabras de Luis y alzó su copa de champán. -Gracias Luis. Yo quiero agradeceros a vosotros que me acompañéis en esta fascinante aventura con el entusiasmo que os caracteriza. Sois un equipo con un talento abrumador. Siempre he pensado que debo rodearme de personas más inteligentes que yo, y que mi rol sea tener la capacidad suficiente para motivarlos y liderarlos. Me hacéis sentir orgulloso no solo de haber tomado el testigo para cambiar el mundo, sino de hacerlo con un equipo de personas brillantes al que cada día le voy cogiendo cariño y afecto. Voy a parar aquí porque se me está cogiendo un nudo en la garganta; me pongo un poco tonto en estas situaciones. Enhorabuena y gracias a todos.
El equipo al unísono aplaudió a Atanasio y brindaron. -Por el mejor jefe, -dijo Susana.
-Y el más loco también -añadió Fernando.
María agregó. -Tienes una capacidad brutal para motivar, Atanasio. Por ti y tu fuerza-.
Luis quiso aportar su agradecimiento. -Yo debo daros las gracias a todos también y en especial a ti Atanasio, me siento parte de algo trascendental. Creo que haremos historia.
Susana luciendo su agradable sonrisa dijo. -Julio ya solo quedas tú. Esperamos las palabras del genio del equipo.
-Creo que está casi todo dicho. Me motiva romper las reglas del juego; canibalizar a las impresoras 3D; e imprimir al mundo inercia que destruya muchos paradigmas, lo haga menos monótono y más divertido. Creo que acabamos de comenzar e intuyo que no vamos a dejar indiferente a nadie, lo cual para mí es un excelente aliciente. Yo también quiero agradeceros algo; soy quizá el más frío y menos expresivo del equipo, pero no por ello percibo el cariño con el que todos me tratáis y de algún modo, poco usual en mí, os estoy cogiendo afecto. Creo que en esa faceta de emociones me estáis haciendo crecer un poquito.
Susana se levantó y dándole dos besos y un abrazo le dijo. -Si es que es para comérselo. Ya sabía yo que bajo ese témpano de hielo e inteligencia había un corazoncito.
Julio se ruborizó mientras daba las gracias a Susana y aceptaba ese expresivo abrazo delante de sus compañeros.
Posteriormente, pasaron a una terraza-discoteca en la última planta del restaurante. Las vistas eran preciosas, se divisaba toda la ciudad desde la altura. Había un DJ poniendo música y unas 150 personas bailaban y disfrutaban la noche.
Atanasio también bailaba con el grupo. Se había tomado dos copas de vino y una de champán, y se sentía con ganas de festejar con su equipo el reto que estaba manejando. A la vez no quería perder su figura paternalista y formal. María se acercó hacia él y le trajo un vistoso cocktail. -Jefe este es para ti-.
Atanasio preguntó qué era, y María sólo dijo. -Pruébalo y adivínalo. Lo he pedido especial para ti -a la vez acercó su copa brindando y dijo-. Por el líder más enigmático que he conocido.
Atanasio sonrió y tomó un sorbo de la bebida. Tenía mezcla de bebidas blancas, con canela... Pensó, "a la canela se le atribuyen propiedades afrodisíacas, ¿será por eso que lo ha pedido especial para mí?"
Susana se movía con simpatía y ritmo y los chicos bailaban con ella a la vez que con María. Atanasio movía su cadera tímidamente al principio y posteriormente con una cadencia y movimientos más armónicos al compás de la música.
Comenzaba la melodía de una canción a la vez que María volvía caminando desde la cabina del DJ con paso firme hacia Atanasio. Cogiéndole las manos y mirándole a los ojos le dijo. -Jefe, esta canción se llama propuesta indecente. Intuyo que esa cadera también sabe bailar una bachata; veamos si en el baile diriges tan bien como en el trabajo.
Atanasio aceptó la propuesta de María, a la vez que pensó en el título que había elegido junto al hecho de que María hiciese hincapié en el nombre. Sabía que tanto él como María habían tomado unas copas y que la situación de júbilo y fiesta junto al atractivo de María no debían derivar en nada más que un baile sin ninguna connotación adicional.
El resto del grupo fijó su atención en la pareja observando cómo iniciaban el baile, y con cierta curiosidad a la respuesta de Atanasio, pues no eran desconocedores del aparente interés de María por su líder.
Atanasio comenzó el baile al compás de la música a la vez que le decía a María. -Hace algún tiempo que no bailo bachata, pero intentaré recordar algunos pasos.
Inició el baile con cierta separación de María balanceando sus cuerpos cogidos por las manos.
Tras unos pasos básicos María le dijo. -Atanasio, tú sabes que este baile separados no luce, ¿no?.
Atanasio le contestó. -Soy consciente María -a la vez que hacía girar a María para al volverla hacia él, posar su mano tras el hombro y acercarla hacia él quedando en un baile muy próximos.
Ahora estaban bailando con sus mejillas muy cerca, notando Atanasio la respiración de María sobre su cuello, sus caderas y muslos iban al compás guiados por Atanasio, y el pecho de María estaba en contacto con el de su pareja de baile. María sabía dejarse llevar y mantenía la tensión adecuada en sus brazos, siendo guiada perfectamente por el brazo izquierdo de Atanasio y su mano y antebrazo derechos que dirigían la espalda y hombro de María. Con la pierna derecha entre las de María y su cadera, Atanasio marcaba la cadencia de cada compás.
-Vaya jefe, qué calladita te tenías esta habilidad -susurró María al oído de Atanasio.
Atanasio disfrutaba el baile y sentía el contacto de María, una atractiva mujer a la que no deseaba ver con otros ojos más allá de una compañera de trabajo. Sin embargo su perfume penetrante, sus manos apretando sutilmente las de Atanasio, sus caderas y muslos rozando con cierta presión, junto a sus pechos en contacto, propiciaban un clima muy sensual. Atanasio puso fin a esta situación en la que los dos bailaban como un solo cuerpo en perfecta armonía, iniciando una figura en la que dio varias vueltas a María y volvieron al baile ligeramente separados. Varias figuras más se sucedieron hasta que la música finalizó. El grupo, con gestos de alegría, hizo palmas a la pareja de baile.
Susana al finalizar dijo risueña. -Jefe, la próxima bachata te toca conmigo.
Atanasio no deseaba quedarse demasiado tiempo ni tomar ninguna copa más. No quería perder la compostura, manteniendo su imagen de jefe formal, por lo que se despidió del grupo y les animó a que continuaran ellos disfrutando la fiesta.
María se vio tentada de proponerle a Atanasio que la dejase en su casa, pero acostumbrada a que los hombres viniesen a ella, y convencida de que el impertérrito Atanasio declinaría cualquier propuesta de tomar una copa en su casa, decidió que por esa noche ya había dado suficientes muestras de interés y prefirió quedarse y bailar con el resto de compañeros. Como dómina, sentía el ímpetu de atarlo y darle el castigo que merecía.
Se sucedieron seis meses en los que el equipo prosiguió sus avances. Julio y Luis colaborando juntos habían avanzado sobremanera. Luis estaba muy motivado trabajando con Julio, pues este chico era brillante y a Luis que también lo era, le fascinaba conocer a alguien que superase sus expectativas.
Se encontraban todos reunidos en el laboratorio. Susana estaba junto a una mesa sobre la que había una tela negra que cubría una especie de cubo. A cada lado estaban Julio y Luis respectivamente. Atanasio y el resto del equipo se hallaban sentados en unos taburetes frente a ellos.
Susana comenzó. -Compis, tengo el grato placer de presentaros la primera impresora 3D de nanotecnología. Mis dos Da Vincis, Julio y Luis han hecho un trabajo increíble.
Susana levantando la tela negra, dejó ver poco a poco un artilugio en forma de cubo hueco. Tenía una base y aristas de un mismo material oscuro mate. Las paredes laterales del cubo eran huecas, y en la cara superior había unas guías a modo de pequeña grúa, de las que colgaba un brazo robot con una punta afilada.
-Os presento a Todolohago, nuestra primera impresora 3D.
El equipo rió por el nombre tan gracioso.
-Luis, explícales cómo funciona.
-Bien, hemos profundizado investigado y mejorado los procesos hasta construir Todolohago. Está fabricado casi todo en Carbono, ya que así puede generar sus propias piezas para construir una réplica de sí misma. El brazo robot que cuelga de las guías es el microscopio atómico que une los átomos. Este toma cada átomo del dispositivo que se encuentra en uno de los laterales de la base. Ahí se encuentra el carbono puro, en átomos independientes. Coge cada átomo y lo ubica en la estructura en función del objeto que se le carga por software. Aplica energía para construir los enlaces atómicos y va creando el objeto.
-Guau -exclamó Fernando-. Asombroso. ¿Cuánto tarda en crear un objeto?
-Bien, ahora mismo es bastante lento, porque Todolohago tiene un modelo de trabajo átomo a átomo mediante el brazo con el microscopio atómico. Tras haber optimizado lo que hemos podido el proceso, coloca cada átomo en algo menos de un segundo, por lo que tarda una semana en crear un objeto de 600.000 átomos, que viene a ser algo así como invisible aún.
-Pero entonces tardaría una eternidad en fabricar algo tangible. Se resiente mucho su utilidad ¿no? -intervino María.
-Así es María -respondió Susana-. Aunque Todolohago no es útil para fabricar objetos de tamaño visible, quería presentároslo porque va a ser el padre y origen de la siguiente generación: “Bichitos”
-Nos dimos cuenta de que trabajar a nivel atómico con un solo microscopio no era viable porque se necesita velocidad. Entonces pensamos en utilizar Todolohago para fabricar nanorobots que pudiesen a su vez fabricar objetos mayores.
María intervino. -¿Quieres decir que vais a fabricar albañiles diminutos que construyan objetos mayores?
-Exacto María -respondió Susana-. Bichitos será una impresora que dispondrá de nanorobots que en paralelo fabricarán cada objeto.
-¿De cuántos nanorobots dispondrá? -preguntó Fernando.
-Ahí viene lo mejor -contestó Susana-. En función del número de átomos necesarios y del algoritmo que está programando Luis, Bichitos determinará cuántos nanorobots sería óptimo crear para minimizar el tiempo de fabricación.
-Cada bichito o nanorobot podrá fabricar cualquier objeto construido con átomos, incluso más bichitos. De este modo, en la primera fase cada nanorobot se replicará a sí mismo, y así exponencialmente irán produciéndose miles o millones de nanorobots. A partir de ese momento, entre todos y perfectamente coordinados construirán el objeto.
-Uff, esto suena a peliculón de ciencia ficción -agregó María-. ¿Habéis llegado hasta aquí en solo 6 meses?
-No te imaginas el ingenio y capacidad que Julio y Luis tienen cuando trabajan juntos -respondió Susana.
-Chicos dadle caña a esa materia gris fantástica que tenéis. Estoy ilusionada por conocer a Bichitos -expresó excitada María.
Cada miembro del equipo volvió a su cometido particular deseoso de que pasaran unos meses para sorprenderse con las inimaginables posibilidades de esta fascinante máquina a la que habían dado un nombre simpático, “Bichitos”.
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